El fin mayor de todo tu Plan de seguridad es que jamás llegues a tener un contacto directo con el maltratador, bien sea físico o emocional.
Un contacto directo vendría a ser la situación donde él tuviese la posibilidad de agredirte físicamente, habiéndose acercado lo suficiente hasta a ti, pudiendo usar para tal fin las manos, un cuchillo, un arma de fuego, etc.
Es por eso que, basándome en el estudio de las estadísticas de agresiones publicadas realizadas por estos tipos de agresores, puedo concluir que la raíz del problema viene por un desorden emocional y educacional, el cual termina con la violencia física, generalmente, cuando el sometimiento no les funciona.
Es importante que tu Plan de Seguridad no se base solamente en movimientos estratégicos de tu vida diaria, sino también que tengas unos movimientos ya preparados con anterioridad, como si de una partida de ajedrez se tratara. Movimientos psicológicos y emocionales, como si de una obra de teatro se tratase, debes tener preparado el guión, introduciéndolo en la escena que pudieras llegar a sufrir un día.
11 Consejos de comportamiento
1º No entres en disputas ni porfías, no le lleves la contraria.
2º No refieras nada en la conversación que pueda crear conflicto, se asertiva.
3º No grites ni muestres expresiones faciales de enfado.
4º No le mires a los ojos directamente si no te ves capaz. Las expresiones de los ojos no son fáciles de disimular. Pero no agaches la cabeza tampoco, no debes de perder nunca de vista cada uno de sus movimientos. Mirarle directamente a los ojos podría percibirse como dominación, y en esta situación es lo último que quieres reflejar.
5º Usa un tono de voz amable y empático. Usa la mejor de tus sonrisas y empatiza en la conversación. Si viniera convencido de agredirte, esto podría hacerle cambiar de opinión. Creándole una falsa esperanza, ganarías un tiempo de prórroga para salir airosa de la situación.
6º Puedes tomar “una retirada hacia adelante”. ¡Si la situación te pilla de sorpresa, y no sabes cómo actuar!. Coméntale que “justo querías hablar con él, para daros una segunda oportunidad”, dile que “llevas pensando en él varios días”. La idea es salir de esta situación de peligro sea como sea y apaciguar para evitar una agresión. Hablamos de una situación de amenaza extrema y que tienes que salir viva de ella. Esta estrategia se realizará si existe la posibilidad.
7º Observa sus manos. Es con ellas con las que te va a agredir, y donde portará el arma. Vigílalas muy atenta con disimulo, especialmente si las tiene en los bolsillos o detrás de la espalda. Podría estar escondiéndolas por alguna razón.
9º No le des la espalda en ningún momento. Podría sentirse despreciado y acudir a la violencia, además esto le daría la ventaja al iniciar una agresión. Evita esto al menos que exista una distancia de seguridad u objetos que le impida llegar a ti en un instante. En la medida de lo posible, siempre mantente de frente, en el caso de una agresión serán tus brazos los que te servirán de escudo para evitar un apuñalamiento o cortes a tus zonas corporales letales más sensibles.
8º No le acompañes a ningún lugar donde no tengas posibilidad de ser auxiliada. En el caso de iniciarse un ataque, el pedir auxilio y que alguien te pueda socorrer, se basará en ponérselo lo más fácil a la o las personas que puedan acudir en tu ayuda. Es por eso que si estás dentro de un portal, en el interior de un garaje, en un callejón aislado, etc. sería demasiado difícil ver de dónde vienen los gritos de socorro y la situación que lo genera. Busca lugares iluminados con mucha afluencia de público o al menos quédate donde estés para que no tenga manga ancha para realizar su fechoría.
10º En el lugar donde se produzca este encuentro, sitúate con disimulo en la zona segura. Por ejemplo, en una terraza o lugar alto, en la vía del metro o del tren, en una habitación donde exista una ventana o balcón, colócate en el lado más alejado de donde pudieras ser empujada. Si existieran objetos cerca con los que pudieses ser agredida, aléjate con una excusa de ese lugar. Ante un momento de euforia y agresividad, el agresor buscará los objetos contundente y cortantes más cercanos para lastimarte.
11º No muestres signos de nerviosismo. Debido al estrés que pueda generar la situación podría ser que comiences a realizar movimientos con las manos o pies. Esto es un signo de incertidumbre o preocupación. Con ello trasladarías el nerviosismo al agresor. Concéntrate pensando en algo positivo, busca el autocontrol de la situación, pero sin dejar de parecer sumisa.